La boda de Ana y Esteban

Querida Novia:

¿Cómo estás?

Quizá pendiente de los asuntos que están en trámite, ¿verdad? No deberías estar continuamente mirando el calendario… Nos conocemos…

Te propongo unos consejos y recuerda: Sonríe e imagina tu boda.

Foto: Manuel Castaño.

¿Te gusta bailar? Pues baila, porque desestresa y además lo puedes hacer con tu pareja -puede que sea perezoso y que se resista a hacer un baile de boda más de 30 segundos…-, y ésta será una muy buena excusa para ir ensayando. Suena divertido.

Disfruta de todos los momentos que surjan durante el proceso de organización, muchos de ellos darán sentido a vuestra boda y después de la misma se convertirán en anécdotas que seguro os provocarán más de una carcajada.

¡Cero quebraderos de cabeza! Acude a un profesional,  que estará encantado de ayudaros en la organización de vuestra boda ¡Con lo que nos gusta una boda!

Foto: Manuel Castaño.

Por eso hoy quiero enseñarte, a través de estas líneas, una de las bodas que organicé el pasado 2016.

Quizá te sirva de inspiración o simplemente te guste saber que sí es posible la boda que imaginas.

LA BODA DE ANA Y ESTEBAN

Ana me llamó por recomendación de una amiga. A través del teléfono se oía una voz inquieta, seria, nada que ver con lo que realmente era. En nuestro primer encuentro me fascinó. Química, feeling, compenetración… Un conjunto explosivo de cosas bonitas ¡Esos son los flechazos que me gustan!

A Esteban le conocí, personalmente, un mes más tarde pero era como si lo hubiera hecho antes. Claro, que Ana me hablaba constantemente de él. Era todo lo contrario a ella y por eso formaban un tándem perfecto.

Nos sentamos y les planteé la propuesta para su boda (enlace y posterior celebración). La respuesta de ambos fue un rotundo ¡Sí quiero! Y, a seis meses vista, comenzamos a dar forma a ese 17 de Septiembre. Una fecha de unión, de compromiso, de amor infinito…

Mi deber era incluir la esencia que me caracteriza y, como no, superar sus expectativas.

Foto: Manuel Castaño.

Foto: Manuel Castaño.

Por si no lo sabes, me encantan las novias que sonríen incluso con la mirada y los novios que son nobles y naturales.

Poder enseñarte esta boda, a través de Cantabria DModa, para mí es especial por varias razones. Y es que la confianza que ha depositado este canal de mi tierra en mí se merece que por primera vez comparta una boda de forma pública y fuera de mi página web.

En este compromiso la exclusividad puso su énfasis en la gama cromática de la decoración del banquete. Tenía que cumplir una misión: que desprendiera alegría. Y lo conseguimos.

¿BODA TROPICAL? ¡SÍ QUIERO!

Como la ceremonia era de mañana y el cóctel estaba previsto que empezara a las 14.00 horas, los colores vivos combinaban a la perfección con el lugar de celebración, y el toque divertido de ‘calor‘ (¡sí, de calor!) que transmitían los países tropicales del ‘seating plan’ junto con el atrezzo que colocamos, crearía un ambiente sorprendente para todos los invitados, incluso para los novios.

Foto: Manuel Castaño.

Foto: Manuel Castaño.

Todo lo demás en la misma sintonía. Cada pieza tenía un porqué, jugaba un papel importante. Toma por toma, como si de una película se tratara… Así iba transcurriendo el día.

¡Acción!

De excepción el vestido y los complementos de Ana. Cuando me contó la idea que tenía para su atuendo, no podía estar más emocionada. Iba a ser una novia diferente porque un amigo suyo, que es diseñador y tiene un gusto exquisito, le haría su vestido. También llevaría unos pendientes joya de herencia familiar.

Tan dulce y delicada. Bella por fuera pero aún más por dentro ¡Ay! era emocionante sólo de pensarlo y cuando la vi el día de la boda…. ¿Quieres que te diga lo que me pasó? ¡Flechazo!

Foto: Manuel Castaño.

Foto: Manuel Castaño.

Ana llegó a la Iglesia radiante, con un vestido de escote en ‘V’ en crepé de seda y bordado con pedrería de Elie Saab y sobrefalda en crepé mate, en un coche MG clásico, acompañada de un padrino muy especial, su hermano Andrés, al que sólo puedo dar las gracias.

Un Esteban nervioso y con la mirada tímida pero muy elegante, vestía un traje negro brillante y zapatos acharolados del mismo color, asesorado por Vicente Trueba. Así esperaba junto a su madre en el interior del templo.

Entré en la iglesia dos pasos antes que Ana y, como si fuera la directora de una orquesta, hice un gesto con la mano, previamente acordado con el coro para indicar la entrada de la música.

Y la novia junto con su padrino y la pequeña dama iniciaron el camino hasta el altar…

Foto: Manuel Castaño.

Foto: Manuel Castaño.

Mientras se celebraba la Ceremonia, lloviznaba un poco en el exterior. La típica lluvia de verano en el Norte que subraya que su clima y los paisajes son preciosos.

Se respiraba magia. Y de repente salió el sol. Ese cambio solo existe en los veranos de nuestra tierra.

El 17 de Septiembre fue de sonrisas y emociones perennes en un marco tropical en el seno de Cantabria.

Foto: Manuel Castaño.

¡Gracias Ana por dejarme compartir una parte de vosotros, de vuestra familia, de vuestra boda! Y gracias a los dos por confiar en mí.

¡Hasta pronto!

Carla Valladares

Fuente: http://www.cantabriadmoda.com/2017/01/29/la-boda-ana-esteban/

 

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