Continúo la publicación de ayer en relación con el TFM (trabajo final de máster).
…Después de la elección del tema, me quedaba un camino muy largo y bastante duro… Tenía que realizar un esquema, poner todas las ideas en la mesa y organizarme.
Lo primero, hice un breve resumen de la idea general de proyecto. ¿Qué es lo que quiero resaltar y vender de mi proyecto? y la otra pregunta, ¿hasta dónde quiero llegar?.
Estaba claro que lo que quería resaltar era una idea de organización de un acto que fuera diferente, única e innovadora; una idea que llamara la atención, y eso, era mi meta primordial.
Iba a ser difícil pero tenía que trasladar a papel todos los conocimientos (aprendidos a lo largo del año académico) y hacerlo con picardía y con mucha creatividad, para que el resultado fuera especial y que captase la atención de los lectores, ya en la primera página.
A su vez, quería vender mi proyecto!
Primero, era obligación vendérselo a los miembros del tribunal que me evaluaban, y después de forma voluntaria, presentarlo en la Fundación Botín con el fin de colaborar en la producción y organización de este acto tan importante, no sólo para la propia fundación sino para la ciudad de Santander y Cantabria.
Y ¿Hasta dónde quería llegar con este proyecto?- A lo más alto 🙂 (…)
Voy despacito, construyendo escalones de diferentes tamaños, voy de camino hacia lo más alto… Llevo constancia, trabajo, ganas y muchas ganas, ilusión….
#AserFelices!!
Hasta pronto!