La boda de Ana y Esteban

Boda: Del latín “vota”, plural de votum: “voto, promesa”.

“SÍ, QUIERO” Y UNA SONRISA.

 

Ana me llamó por recomendación de una amiga. A través del teléfono se oía una voz inquieta, seria, nada que ver con lo que realmente era. En nuestro primer encuentro me fascinó. Química, feeling, compenetración… Un conjunto explosivo de cosas bonitas ¡Esos son los flechazos que me gustan!

A Esteban le conocí, personalmente, un mes más tarde pero era como si lo hubiera hecho antes. Claro, que Ana me hablaba constantemente de él. Era todo lo contrario a ella y por eso formaban un tándem perfecto.

Nos sentamos y les planteé la propuesta para su boda (enlace y posterior celebración). La respuesta de ambos fue un rotundo ¡Sí, quiero! Y, a seis meses vista, comenzamos a dar forma a ese 17 de Septiembre. Una fecha de unión, de compromiso, de amor infinito

Mi deber era incluir la esencia que me caracteriza y, como no, superar sus expectativas.

Por si no lo sabes, me encantan las novias que sonríen incluso con la mirada y los novios que son nobles y naturales.

Llegada de Ana a la Iglesia

En este compromiso la exclusividad puso su énfasis en la gama cromática de la decoración del banquete. Tenía que cumplir una misión: que desprendiera alegría. Y lo conseguimos.

¿BODA tropical? Sí, Quiero.

Como la Ceremonia era de mañana y el cóctel estaba previsto que empezara a las 14 horas, los colores vivos combinaban a la perfección con el lugar de celebración, y el toque divertido “de calor” (¡sí, de calor!) que transmitían los países tropicales del seating plan junto con el atrezzo que colocamos, crearía un ambiente sorprendente para todos los invitados, incluso para los novios.

Todo lo demás en la misma sintonía. Cada pieza tenía un porqué, jugaba un papel importante. Toma por toma, como si de una película se tratara… Así iba transcurriendo el día.

¡Acción!

De excepción el vestido y los complementos de Ana. Cuando me contó la idea que tenía para su atuendo, no podía estar más emocionada. Iba a ser una novia diferente porque un amigo suyo, que es diseñador y tiene un gusto exquisito, le haría su vestido. También llevaría unos pendientes joya de herencia familiar.

Tan dulce y delicada. Bella por fuera pero aún más por dentro ¡Ay! era emocionante sólo de pensarlo y cuando la vi el día de la boda…. ¿Quieres que te diga lo que me pasó? ¡Flechazo!

Ana llegó a la Iglesia radiante, con un vestido de escote en “V” en crepé de seda y bordado con pedrería de Elie Saab y sobrefalda en crepé mate, en un coche MG clásico, acompañada de un padrino muy especial, su hermano Andrés, al que sólo puedo darle las gracias.

Un Esteban nervioso y con la mirada tímida pero muy elegante, que vestía un traje negro brillante y zapatos acharolados del mismo color, asesorado por Vicente Trueba, esperaba junto a su madre en el interior del templo.

Entré en la iglesia dos pasos antes que Ana y, como si fuera la directora de una orquesta, hice un gesto con la mano, previamente acordado con el coro, para indicar la entrada de la música.

Y la novia junto con su padrino y la pequeña dama iniciaron el camino hasta el altar…

Mientras se celebraba la Ceremonia, lloviznaba un poco en el exterior. La típica lluvia de verano en el norte que subraya que su clima y los paisajes son preciosos.

Se respiraba magia. Y de repente salió el sol. Ese cambio solo existe en los veranos del norte.

El 17 de Septiembre fue de sonrisas y emociones perennes en un marco tropical en el seno de Cantabria.

¡Gracias Ana por dejarme compartir una parte de vosotros, de vuestra familia, de vuestra boda! Y gracias a los dos por confiar en mí.

¡Gracias Manuel Castaño y Eva por las preciosas fotografías! Ya sabéis lo que os admiro…

 

 

Un beso,

Carla Valladares.

¡Mil gracias EQUIPO!

Organización/Asesoramiento/Diseño&Decoración/Coordinación: CARLA VALLADARES

Fotografía: Manuel Castaño

Tarta y Mesa de dulces: Ponona Cakes

Decoración floral/Ramo novia: Catalpas

Papelería: QueTonoDeVerde

Imprenta minutas: Meléndez Gráficas

Iglesia del Carmen en Revilla de Camargo

Restaurante: Casa Setién

Música Ceremonia: Coro Regional

Música de Saxo durante el Cóctel: Nazim Zárate

Autobuses Gerardo Ruiz

Muah: Salón Blue by Raquel Saiz 

Traje y zapatos de Esteban: YVT Vicente Trueba

Vestido Ana con pedrería de Elie Saab 

Tocado Ana: San Maretto 

 

 

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